Las llamas de la chimenea danzan ante mis ojos, el fuego crepita envolviéndome con su sonido.
Acaricio las tapas de cuero del viejo álbum familiar, muchas de las imágenes son de recuerdos felices, recuerdos de personas que ya no están en este mundo, personas de las que no he podido despedirme... mi hermana, mi padre, mi madre... ninguno de ellos está ya conmigo.
Los lessers acabaron con ellos, los habían torturado hasta la muerte y no conforme con ello habían mutilado sus cuerpos con saña.
Una lágrima solitaria resbala por mi mejilla y la limpio
- Ni una sola lágrima más -
Abandono el sillón que era de mi padre , con un dibujo en mi mano que mis dedos acarician. Es el único recuerdo que tengo de él , un dibujo que había capturado un rostro juvenil, de facciones atractivas, de mirada llena de picardía y bondad, un rostro que no veo desde hace siglos y que estuve buscando en cada persona que se cruzaba en mi camino.
- Ahora tengo otro objetivo, no puedo buscarte más, ya no soy la misma y si sigues siendo la persona que eras no va a gustarte en lo que me he convertido, tampoco va a gustarte lo que voy a hacer pero se lo debo a los míos -
Susurro lanzando el papel al fuego mientras veo cómo desaparece.Mi expresión se endurece
-Es el momento.... desde hoy muchos tendrán que arrepentirse de sus errores, desde hoy mi vida tendrá un solo objetivo, nadie saldrá ileso, nadie quedará en pie... ni siquiera yo misma -
Tomo mi abrigo y con paso firme me dirijo a la puerta del estudio, mi momento ha llegado.
Soy Anabelle hija sangre de keehgan y pronto todos me conocerán.
Continuará...
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